Photo: Kirsten Kortebein

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Trail Running FAQs: Cultura de trail, tus dudas básicas resueltas

Trail Running FAQs: Cultura de trail, tus dudas básicas resueltas

¿Puedo caminar en una carrera de Trail running? ¿Qué hago si me dan ganas de ir al baño? ¿Se usa parar a tomar una foto o a sacarse una piedrita del zapato? Ser nuevo en cualquier disciplina puede ser algo confuso. Ignacia, atleta vert.run, responde preguntas importantísimas y otras no tanto para sentirte como en casa cada vez que salgas a correr. Texto: Ignacia Rojas Ph. (@ignaciarph)

Vamos por partes.

Una de las cosas más lindas que tiene el Trail es que hay muy pocas reglas y la cultura la hacemos entre todos. Es tan democrático que incluso en las carreras más importantes se mezclan los profesionales con los amateurs.

Como si cualquiera que compita en tenis los fines de semana pueda juntar sus puntos del ATP y llegar a Wimbledon, en la UTMB – la carrera más famosa de ultra Trail del mundo- puede correr tu primo justo detrás (súper atrás, lo más probable), de Killian Jornet, o Francesco Puppi, estrellas del Trail. Los pueden saludar, verlos sentado en la vereda como cualquier otro corredor, esperando la largada. Ese es el espíritu del Trail. Vas a desafiarte a ti mismo, pero sobre todo a pasarlo bien (“Nacidos para correr” de Christopher McDougall, es un gran libro para profundizar en esto).

¿Se puede caminar en una carrera de Trail?

¡Obvio que sí! El que cruza más feliz la meta gana.

Una vez corrí 21k, llegué bien, muy orgullosa de mi tiempo.

Dos horas después llegó mi tía de 73 años, completando el mismo circuito. Nos tomamos una cerveza (su segunda del día, la primera se la había tomado junto con un sándwich en medio de la carrera), admirando la vista, ella radiante, mucho más que yo.

Caminó las subidas y los planos, corrió las bajadas. Gozó a concho y me ganó…  

Paradas durante una carrera de Trail: ¿Es permitido?

¿Y lo de la foto? ¿Se puede parar en una carrera para tomar una?

Fácil deducirlo: siempre se puede parar.

Arreglarse el calcetín, el jockey, ordenar los bolsillos de la mochila, tomar una linda selfi, disfrutar de la vista, cambiar de playlist.

Yo he sentido la necesidad de llamar a mi familia para contar lo feliz que estoy o para pedir ánimos. Y me da lo mismo lo que piensen los que están alrededor. Hablo bajito, sin altavoz, molesto poco.

Lo de molestar poco es el punto.

Siempre hay que salirse del sendero para hacer todas estas maniobras para no trabar la pasada de los demás. Incluso si no es una carrera, es señal de respeto a los demás salirse siempre del sendero -sólo un poco para no romper plantas-.

Y saludar.

Igual que en el senderismo, es lindo saludarse cuando se cruzan las miradas.

Piedras en el zapato durante el Trail

Ahora, lo de la piedra en el zapato es un tema aparte.

Porque a veces esa micro incomodidad es una ayuda para distraerse de la gran molestia del cansancio, o dolor en alguna parte del cuerpo.

A veces es mejor dejar esa piedrita ahí, dando bote dentro de la zapatilla y jugar con ella como distractor.

Alargar un poco para matar el tiempo. ¡Pero sin ser pavo! Si la piedrecita empieza a rozar muy fuerte puede hacer una herida fácilmente porque la piel de los pies húmedos es mucho más sensible. En ese caso hay que sacarla rápido. 

Manejo de necesidades fisiológicas en el Trail

También hay que resolver rápido lo del baño.

La cosa es así: si eres mujer y la necesidad es del nr 1, súper fácil: buscar un matorral y si usas papel lo guardas para botarlo después en un basurero.

El nr 2 es un poquito más complicado y por eso siempre hay que tratar de evacuar antes del inicio de la carrera. Esto se logra comiendo 2 o 3 horas antes de la largada y suplicándole a tus intestinos que colaboren.

Igual es súper común tener retorcijones cuando hay mucho esfuerzo físico.

En ese caso la recomendación es llevar siempre un poco de papel, buscar un buen escondite, alejado al menos 60 pasos de cualquier curso de agua. Cavar un hoyito como puedas (desenterrar una piedra puede ser más rápido si la tierra está muy dura), tapar todo muy bien al terminar y llevarse el papel de vuelta (en una bolsa hermética no molesta nada y le harás un enorme favor a la naturaleza).

Ahora, si el “baño” tiene además buena vista la experiencia será inolvidable.

Vanidad y cuidado personal en el Trail

Vanidad y uñas negras ¿hay cómo salvarse?

Bronceado de short, pies duros, pelo sudado… La rutina de entrenamiento puede ser un desafío para la belleza, no hay duda. ¿Habrá una manera de sobreponerse? Acá un par de trucos y una reflexión en torno a estas dificultades.

Comenzar el día como una gacela, corriendo al viento por los montes, el sol dorado en el horizonte, la elegancia, la belleza del cuerpo humano en movimiento natural… Volver a la casa, sacarse las zapatillas y encontrarse con los pies polvorientos, un par de uñas eternamente negras, durezas, callos. Adiós elegancia, hola realidad.

 Correr es duro para tus pies. Es lo primero que aprendes cuando empiezas a tomarle el gusto a tus primeros k’s.

Cómo cuidar los pies en el Trail running

Una vez perdí las 10 uñas de los pies al mismo tiempo por usar zapatillas demasiado chicas.

Que se salieran la verdad fue lo de menos, el problema fue que las tuve negras el verano completo.

Al principio intenté pintarlas pero se empezaron a caer de a poco y la piel pintada se veía fatal… Chao pies coquetos, ese verano aprendí la primera lección de belleza: desviar la atención del problema. Vamos destacando las manos, los ojos, el pelo. Hasta unos lindos lentes de sol o unos aros pueden ser útiles para desviar la atención.

Y eso no es todo con los pies.

También aparecen durezas y el ancho, creo que se ponen cada vez más anchos. A veces me siento como un pato. Las uñas maltratadas, siempre muy cortitas.

Pero lo que más me molesta es la blancura. Cuando corres en zonas de mucho sol, como la mía, pasas el año tostado pero los pies siempre blancos.

Soluciones para los pies en el Trail

Para todas las anteriores he descubierto una buena solución en los días de calor: los zapatos de verano cerrados. Pies frescos y perfectamente disimulados para mimetizarse con todas las demás personas que tienen extremidades normales.

Cuidado del cabello durante la carrera

Lo del pelo sudado aún no lo resuelvo del todo.

Me gusta correr con jockey, así que además se aplasta y se moja completo.

Inevitable que quede tieso y feo. Intento hacer coincidir los días de entrenamiento con los que me lavo el pelo. Pero siempre se desajusta el cálculo o corro varios días seguidos y me veo obligada a elegir entre quedarme con el pelo limpio pero aplastado, o lavarlo rápido y aprovechar la oportunidad de dejarme una mascarilla hasta el día siguiente (lo que da un look tipo J-Lo wet look bastante desafiante de llevar con dignidad pero creyéndose el cuento funciona).

Un lindo jockey ha sido la salvación cuando me pilla la hora y no alcanzo a saludar al champú. 

Bronceado y estética del Trail Runner

Más difícil de disimular el bronceado de short y polera.

Es casi imposible evitarlo. Y aquí es donde creo que encontré la clave: simplemente no se resuelve. Se aprende a querer a uno mismo como es.

Limpios, ordenados, o desaliñados y sucios pero siempre bronceados con marcas. Así seremos los corredores de Trail y lo tenemos que aprender a llevar con orgullo.

La belleza en la diversidad

Hace poco tuve la oportunidad de visitar el museo Olímpico en Lausana, Suiza. Lo que más me gustó (casi lo único, la verdad, era un poco aburrido el museo) era una gigantografía en una pared de atletas destacados en sus disciplinas, mostrando la amplísima variedad de cuerpos humanos que existen.

Todos bellos, cada uno con sus características propias. Desde el enorme caballero que practica sumo, hasta la musculosa gimnasta, luciendo con orgullo las marcas que deja en su cuerpo la disciplina deportiva.

“Los atletas olímpicos vienen en todas las formas y tamaños” dice el texto que acompaña la foto.

Aceptando la diversidad en el Trail

Los pies suaves y ordenados pueden ser lindos, pero también lo son las piernas fibrosas, los hombros tostados por el sol, la cara llena de felicidad al volver de un entrenamiento.

Qué cosa más linda que las manos curtidas por el trabajo, toscas pero con personalidad. 

No importa si recién empiezas a caminar tus primeros kilómetros en los cerros o si ya eres un veterano de los ultras, si eres más grueso, más alto o muy delgado.

No existe un tipo de cuerpo específico para cada deporte. La única meta es disfrutar y quererse como uno es.

Vamos a repartir un poco más de eso y aumentemos el espectro de lo que consideramos bello en este mundo.

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